En este post voy a explicar cómo debe procederse para aprovechar las propiedades antibióticas del jengibre.
Sólo hay un secreto para ello: usar el jengibre fresco. No sirve el jengibre en polvo ya que al deshidratarse el jengibre pierde sus propiedades antibióticas aunque conserve muchas otras.
Hay cuatro maneras básicas de aprovechar el jengibre como antibiótico natural
1- incluirlo como especie en los menús diarios
El jengibre viene utilizándose como especie en multitud de tradiciones gastronómicas diferentes. Tiene un ligero sabor picante que lo hace de fácil utilización. Su uso cotidiano no tiene valor terapéutico en un caso de infección aguda, pero sirve como reforzante y preventivo. Al incluirlo en la dieta cotidiana, el organismo se refuerza y a la larga es más resistente a los ataques de microbios.
2- infusión de jengibre fresco
Una rodajita de un dedo es suficiente para una infusión. Para aprovechar al máximo esta rodajita, es mejor rayarla.
Tomada de este modo suele incluirse en fórmulas con otras hierbas, o bien en infusión larga de 4 a 8 horas
La infusión de jengibre fresco puede adoptarse como preventivo en tiempos de frío. Para ello debe tomarse por la mañana en ayunas acompañada de zumo de limón recién exprimido. El gusto es potente y placentero a la vez. Algunas personas sólo pueden tomarlo bien diluido, no pasa nada, puedes tomar una tacita en ayunas y el resto durante el día. Esta sencilla infusión limpiará tu organismo por la mañana y movilizará la circulación sanguínea.
3-infusión de jugo de jengibre fresco
Esta es la manera adecuada para tratar una infección aguda. Extraordinariamente potente, al cabo de 30 minutos de tomarla empieza a hacer efecto, y al cabo de 60 minutos el efecto esta al máximo, luego decae. Lo habitual es tomar entre 4 a 6 tazas al día.
La cantidad de jengibre que debe utilizarse para ello es de 1/4 de taza de jugo por cada taza y media de agua caliente. A esta infusión se le puede añadir igualmente, jugo de limón, miel y cayena.
4- tintura de jengibre fresco
Con el jugo de jengibre fresco pueden realizarse tinturas que mantendrán las propiedades antibióticas, pero no tanto como la infusión de jugo de jengibre. Atención porque también se realizan tinturas con el rizoma deshidratado, y entonces esta tintura ha perdido las propiedades antibióticas. Si optas por la tintura puedes igualmente añadirla a una infusión diluida de jengibre fresco, para potenciarla más.
Recuerda, este es el secreto del jengibre para actuar como antibiótico natural:
El jengibre fresco tiene propiedades antibióticas, el jengibre deshidratado no, aunque mantiene las propiedades antiinflamatorias
|
Sólamente recordando esto tienes acceso a un antibiótico natural muy potente . Aprovecha sus bondades e inclúyelo en tu vida si todavía no está en ella.
fuentes:
Harrod Buhner, Stephen –“Antibioticos herbales”, 2015, Gaia ediciones