¿Eres team Espirulina o team chlorela?
En este artículo vas a ver los puntos fuertes y los puntos flojos de cada una de estas algas. Esto es un cara a cara. Espirulina versus Chlorela
Empecemos por las presentaciones. A mi izquierda la espirulina, y a mi derecha la chlorela. Ambas son microalgas, ambas habitan en aguas dulces aunque la espirulina también puede hacerlo en saladas. Algo muy importante las diferencia: la clorela es unicelular y la espirulina no.
PRIMER ASALTO: LA NUTRICIÓN
Aunque ambas son ricas en hierro y pueden remontar una anemia, de hecho ambas están contraindicadas en casos de hemocromatosis (exceso de hierro), la que más hierro contiene es la chlorella. En cambio la
espirulina le gana la partida en cuanto a calcio, potasio, cobre y sobre todo fósforo.
Por su parte la espirulina contiene los 22 aminoacidos esenciales, lo que la hace un tesoro nutricional. El tesoro de la chlorela está en su CFG (factor de crecimiento de la clorela) que es un conjunto de ácidos nucleicos, aminoácidos, péptidos, polisacaridos y betaglucanos, agrupados en unas proporciones tales que actúan como factor de recuperación y crecimiento de los órganos humanos.
Finalmente, en cuanto a antioxidantes, la espirulina posee una gran cantidad y combinación de ellos, en mayor porcentaje que la chlorela. Sin embargo la chlorela es la campeona en cuanto a clorofila se refiere, la cual también es un gran antioxidante.
SEGUNDO ASALTO: LAS PROPIEDADES
Ambas poseen propiedades quelantes, pueden atraer hacia ellas tóxicos y expulsarlos al exterior. Ambas son antioxidantes y ambas apoyan al sistema inmunitario con sus aportes de zinc y con sus polisacáridos y también apoyan al hígado.
La diferencia está en como lo hacen. La chlorela prefiere estimular el intestino grueso, beneficiándole la flora intestinal y permitiéndole que se vacie con más eficacia, lo que puede provocar pequeñas diarreas a personas sensibles. En cambio la espirulina prefiere apoyar el páncreas y beneficiar la absorción de nutrientes y su metabolismo.
TERCER ASALTO: LOS PROBLEMAS
Un problema compartido por ambas es el de su pureza. Como son productos que de algún modo se “han puesto de moda”, el mercado responde a la demanda, y si no hay suficiente producto de calidad, pues se mezcla con otro o se ofrece producto de baja calidad o directamente falsificado. Este hecho no sólo vuelve inútil el tomarlas sino que incluso puede ser perjudicial. Ambas algas sólo te seran provechosas si son de verdad lo que dicen ser. Asegúrate un buen proveedor.
La chlorela tiene un problema añadido. Si se la cultiva en aguas contaminadas, retiene todos los metales pesados de esas aguas en mucha mayor proporcion que la espirulina. El resultado en el mejor de los casos es que ese alga no te quitará tus tóxicos porque ya “está llena” y en el peor simplemente te contaminará.
La espirulina en cambio tienen el problema de la contaminación bacteriana que se produce en las granjas con mal mantenimiento. En estos casos la espirulina contaminada puede afectar a las personas sensibles de diferentes maneras, y ninguna de ellas deseable.
Ambas algas están contraindicadas en casos de hematocromia, y ambas tienen interacciones con los fármacos.
RESULTADO
Si ambas algas están en plenas condiciones, es decir, que no sean falsas ni mezclas ni contaminadas, el resultado no puede ser otro que empate. Cada una aporta lo suyo y hay que saber elegir cual de las dos conviene más a la persona que decide tomarla.