En lo que se refiere a los antibióticos naturales se debe ser muy cuidadoso tanto en la obtención del producto natural en sí con el que vamos a realizar el remedio como también la forma en que lo tomaremos. Cada remedio natural tiene su modo de empleo, y el ajo, no por popular va a ser menos. En este artículo quiero mostrar 4 aciertos y 4 errores en su uso como antibiótico natural para tratar infecciones. Quiero aclarar que estos aciertos y errores son para este uso antibiótico y de modo terapéutico. El ajo tiene otras propiedades que no son el objeto de esta lista
4 aciertos en el uso del ajo
1.Tomar el ajo crudo
El compuesto mayoritario del ajo es la aliina. Pero lo que nos interesa para su uso terapéutico es que esta aliina se transforme en alicina. Esto solamente ocurre cuando el ajo esta crudo. El ajo cocido continua teniendo propiedades medicinales, incluso las antibióticas, pero su efectividad como antibiótico natural se reduce considerablemente, aunque puede continuar siendo un buen preventivo.
2.Machacar el ajo
Machacar el ajo, morderlo, cortarlo, cualquiera de estas acciones permite que la aliina entre en contacto con la enzima alinasa. Estos dos componentes están perfectamente empaquetados en el ajo, pero solamente cuando se rompen sus membranas protectoras entran en contacto entre ellos y producen por reacción química la alicina. Esta reacción puede tardar 5 a 15 minutos en completarse. Una vez pasado este tiempo, puede tomarse en crudo y también en cocido, ya que se habrá formado la alicina. Si decides tomar el ajo cocido realiza este paso previo de machacado y espera unos minutos antes de cocerlo, no sera tan efectivo como crudo, pero lo sera mas que si no lo machacas
3.Tomarlo en ayunas
Cualquier remedio tomado en ayunas tiene un potencial multiplicado, Las propiedades del ajo crudo en ayunas , superan con creces las del ajo cocido tomado en las comidas habituales. Tomar un ajo crudo en ayunas cada mañana puede reforzar nuestro sistema inmunitario pero ademas es un buen antioxidante.
4.Tomar 3 gajos de calidad.
En dosis terapéuticas tienen que tomarse 3 gajos medianos al día. Menos de esta cantidad es insuficiente para afrontar las infecciones que lo requieran. Aunque un ajo es un ajo, hay variedades distintas de ajos. El primer rango de calidad es que sea un ajo ecológico. En usos terapéuticos es mejor usar productos completamente libres de cualquier tóxico agrario que pudiera interferir. De entre las variedades distintas de ajos destaca el ajo negro, puedes ver más información de él en ajonegro.online
4 errores en el uso del ajo
1. No tomarlo por el olor
Ciertamente, al comer ajo y todavía más si es crudo, puede quedarnos un aliento azufrado. Para remediarlo puedes acompañarlo de perejil fresco. El perejil combina con los compuestos azufrados del ajo y evita este problema. También puedes tomarlo en forma de cápsulas de aceite de ajo desodorizado.
2.Tomarlo estando embarazada o dando el pecho
El ajo tiene ligeros efectos estrogénicos, por esta razón es mejor no tomarlo a dosis terapéuticas cuando se está embarazada. Algunos estudios en laboratorio han comprobado un aumento de contracciones uterinas. Es mejor optar por otro remedio si se está embarazada para evitar así posibles problemas.
Tomar ajo como remedio al dar el pecho comportará que la leche tenga un sabor que puede ser rechazado por el lactante. Aunque no todos los lactantes reaccionan igual.
3.Tomarlo teniendo úlcera o gastritis
Este es un error que sólo se comete una vez. Las personas con esta problemática digestiva tienen dolores al tomar ajos. Este remedio no es adecuado para estas personas y deben optar por otro
4.Tomarlo junto a anticoagulantes o en procesos quirúrgicos
El ajo tiene propiedades anticoagulantes, si la persona ya está tomando este tipo de medicación, entonces podría ser excesivo y haber riesgo de hemorragias. Por la misma razón, tanto si la persona tiene que ser operada como si lo acaba de ser, el ajo no sería el remedio adecuado, ya que dificultaría la labor de las plaquetas que tienen que cerrar la herida
Es difícil encontrar un remedio más humilde que el ajo. Pero humilde no significa que pueda usarse de cualquier manera. Un uso con conocimiento permite adaptar los resultados a los requerimientos de la situación